Hola a todos y bienvenidos a nuestra aventura de 10 días por las Montañas Rocosas de Canadá.

¿Por qué hemos elegido Canadá como destino de viaje?, y lo segundo: ¿por qué nos hemos centrado únicamente en la costa oeste?. La respuesta a la primera pregunta es sencilla. Los destinos que elegimos para nuestros viajes son lugares en los que abunda la naturaleza, la posibilidad de hacer actividades al aire libre y de movernos por diferentes zonas para conocer la cultura y las tradiciones autóctonas. Por todo esto, Canadá era uno de los destinos perfectos para poder explorar y disfrutar a nuestro aire.
La respuesta a la segunda pregunta se debe a que Canadá es uno de los países más extensos del mundo por lo que sería muy difícil abarcarlo entero para visitarlo teniendo un tiempo limitado. Nosotros nos hemos centrado en la costa oeste, lugar donde se encuentran las montañas rocosas y los grandes parques nacionales como son, por ejemplo, los famosos Banff y Jasper. Aún y todo, recorrer la costa oeste del país supone unas cuantas horas de viaje en coche ya que los trayectos son bastante largos.
Por todo esto, y mucho más…
BIENVENIDOS A CANADÁ.
Nuestro viaje da el pistoletazo de salida en la ciudad de Calgary y nos llevará hasta Vancouver, de esta manera atravesaremos los grandes parques nacionales en dirección oeste para acabar en el océano pacífico. Para realizarlo este trayecto nosotros utilizaremos 10 días.
ITINERARIO

A. CALGARY
B. CANMORE
C. BANFF
D. EMERALD LAKE
E. MIETTE MOUNTAINS (JASPER)
F. SUN PEAKS
G. VERNON
H. VANCOUVER
CALGARY
Comenzamos en Madrid cogiendo el vuelo hasta Calgary. Existe vuelo directo pero tuvimos que elegir uno con escala por las fechas tan concretas en las que teníamos disponibilidad para ir. La zona horaria de esta zona del país es de 8h menos que en España. Al igual que en EEUU, y en otros países que tienen tanta extensión, encontramos diferentes zonas horarias dentro de la propia región, por eso es muy importante estar atentos por si cambiamos de zona a lo largo de nuestro viaje. En una ocasión nosotros fuimos conscientes de que habíamos cambiado de zona horaria cuando hablamos con la camarera de un restaurante, asique os recomendamos que estéis atentos para no llevaros sorpresas.
Calgary es famosa por ser la puerta de entrada a las montañas rocosas canadienses. Es la ciudad con aeropuerto más cercana a la cordillera y, por eso, tiene tanta afluencia de turistas. La ciudad en sí no tiene nada de especial y, por eso, recomendamos no pasar más de un día en ella. Nuestro vuelo llegaba al aeropuerto sobre las 22h. Lo que hicimos al llegar fue recoger el coche, previamente alquilado, e ir al hotel a descansar para, primero, intentar paliar lo máximo posible el jet lag y, segundo, para salir al día siguiente en dirección hacia las rocosas, nuestro destino principal.
A continuación os dejamos el alojamiento en el que nos quedamos en Calgary.
A best western premier Freeport inn Calgary airport
Lo bueno de viajar en dirección opuesta a los usos horarios es que perderemos menos horas de las que en realidad hemos pasado viajando, es decir, saliendo a las 12:00h de Madrid y tras 10h de vuelo, llegaremos a Calgary donde serán aun las 14:00h del mismo día.
PARQUE NACIONAL BANFF (CANMORE)
Dejamos la ciudad de Calgary para adentrarnos de lleno en las montañas a través del parque nacional de Banff. Lo primero que debéis saber es que entrar en estos parques NO es gratis. Se debe de comprar un ticket en el que se pagará dependiendo de los días que vayamos a estar en cualquiera de los 4 parques nacionales que allí se encuentran (Banff, Jasper, Yoho y Koonetay).
¿Dónde comprar la entrada de los parques nacionales canadienses?
- Si vais con vehículo propio, a la entrada de los parques encontrareis una zona parecida a un “peaje” en la que podréis adquirirlo.
- Otro lugar para adquirirlo es en los parkings de pago como, por ejemplo, el del Lago Luise. Ahí encontrareis unas cabinas en las que deberéis seleccionar cuántos días vais a estar, cuántas personas sois y en qué vehículo viajáis. Es muy intuitivo y sencillo de comprar.
Los precios rondan los 10 CAD (unos 6.50€) por adulto y día. Existe también un pase anual que cuesta 72 CAD (unos 49€) por adulto, por lo que si vas a estar más de 7 días recorriendo los parques, sale más económico el anual (además nunca sabes si acabarás volviendo por allí antes de que caduque el pase)
Para disfrutar de este primer parque nacional, nosotros nos alojamos durante 2 noches en la ciudad de Canmore en un hostal y unas habitaciones de estilo totalmente americano.
Lamphouse hotel
Los horarios de entrada y salida de los alojamientos en Canadá son, la mayoría, entre las 16h el check-in y las 11h el check-out. Tras instalarnos en Canmore decidimos ir directos a visitar el famoso Lago Louise. Es uno de los lagos más famosos de la costa oeste de Canadá, si no el que más. Este lago se encuentra muy cerca de otro llamado Lake Moreine, también muy bonito y menos “explotado” que el que os vamos a contar a continuación. A ambos lagos se puede acceder en coche. En este caso fuimos directos al Lake Louise. Allí encontramos un gran parking con varios trabajadores que te guiarán hasta el sitio donde debes aparcar. Una vez allí tendrás que pagar por aparcar 12CAD por vehículo que te dará acceso a dicho parking desde las 7h de la mañana hasta las 19h de la tarde. Pagarás la tarifa completa aunque accedas al parking para estar 30 minutos.

El Lake Louise es un lago enorme con un agua de color azul claro enclavado entre enorme montañas. El color de su llamativa agua se debe al cobalto que se desprende desde las montañas con el deshielo de los glaciares tras el invierno. Este lago cuenta con una gran variedad de rutas de trecking que encontrarás debidamente señalizadas. También existe la posibilidad de alquilar una de sus famosas canoas que podrás encontrar en prácticamente todos los lagos de las rocosas. Si te apetece darte una vuelta por el lago y acercarte a lugares que no son accesibles a pie, no tendrás más que alquilar allí mismo una de las canoas y pagar su precio que ronda entra los 80 y los 130 CAD por un hora (55-85€ por hora dependiendo del lago).
Nosotros llegamos al lago sobre las 17h y decidimos comenzar un trekking que, si se hace completo, da la vuelta al lago y pasa por otros 5 diferentes. Realizamos unos 4km de ida y otros 4 de vuelta. Llegamos a ver el Mirror Lake y el Agnes Lake, ambos pequeños y muy bonitos, así como una naturaleza exuberante y varios animales, como ardillas.
A la vuelta decidimos realizar algo de compra y cenar por nuestra cuenta para poder descansar lo máximo posible y, de paso, ahorrar algo de dinero. Los supermercados en esta zona de Canadá están abiertos hasta las 22h, por lo que permite disfrutar del día y poder comprar cualquier cosa que necesitemos de última hora.
PARQUE NACIONAL BANFF (BANFF)
Continuamos alojados en Canmore. Hoy toca madrugar para dirigirnos hasta la ciudad de Banff, centro neurálgico de todas las actividades que se pueden realizar en el parque que lleva su nombre. Dichas actividades es recomendable reservarlas con tiempo ya que, aunque depende de la época en la que vayamos, es muy probable que no estén disponibles si las queremos reservar el mismo día.
Para comenzar el día nos dirigimos hasta un establo llamado «Warner Stables», en el propio pueblo de Banff, para realizar una ruta de 2h a caballo por la orilla del río Bow. A lo largo del recorrido nuestras guías nos van explicando curiosidades de la zona, de su geografía y de su flora y fauna. Es una actividad muy recomendable tanto para niños como para adultos ya que es una oportunidad maravillosa de estar en contacto continuo con la naturaleza y así aprender a respetarla como es debido.
Tras finalizar la actividad volvemos al pueblo de Banff para comer algo y así poder afrontar lo que tenemos previsto para la tarde. De camino a buscar algún restaurante nos encontramos con un mercado cerca de «central park» que solo se monta los miércoles. Tras darnos una vuelta rápida podemos observar que hay varios puestos que sirven comida, asique decidimos quedarnos allí a probar diferentes platos.

Nuestro menú consistió en: sándwich de huevo, bacon, tomate y mozarella; hamburguesa de pulled pork, y poke de pollo y verduras. La verdad que es una suerte encontrarse con mercados de este tipo y poder disfrutar de toda la comida que allí se prepara. Si tenéis la oportunidad de cruzaros con un mercado en el que sirvan comida tradicional, no dudéis en parar y disfrutar de la gastronomía. Este es el tipo de actividades que se cruzan en tu camino durante un viaje y que lo hacen más mágico y especial.
Por la tarde nos dirigimos a realizar nuestra segunda actividad del día que consiste en una vía ferrata de 4h. Para el que no conozca lo que es una vía ferrata, es una actividad de aventura que consiste en realizar una ruta por la montaña en la que iremos atados con dos mosquetones desde nuestro arnés a una sirga metálica (línea de vida) que recorre toda la vía.
Nuestro punto de partida se encuentra en el monte Norquay, muy cercano a Banff. Tras las explicaciones pertinentes comenzamos, con otras 2 parejas y el guía, a ascender dicho monte por la vía hasta llegar a su cota máxima a 2400m de altura, desde donde podemos admirar las increíbles vistas de todo el parque nacional y de sus valles. Si sois de esos que os gusta la aventura y el deporte, creemos que esta es la mejor actividad para realizar en esta zona. A la hora de reservar la actividad nos dieron varias opciones de dificultad y de duración, por lo que es algo apto para todas las personas, desde las más novatas hasta las más atrevidas y expertas. Podréis encontrar opciones para principiantes de 1h30′ hasta rutas que se extienden hasta las 6h.

Para finalizar el día volvemos a Canmore donde decidimos sentarnos a cenar en un típico restaurante canadiense donde disfrutamos a una hamburguesa de brisquet (carne muy famosa en América y muy utilizada tanto por cocineros como por la gente en sus barbacoas o comidas/cenas en grupo) y de unas patatas poutine (otro plato típico muy utilizado en Canadá. Consiste en unas patatas fritas con queso en grano, es decir, trozos de queso, recubierto de una salsa de carne y queso.)
EMERALD LAKE
Decidimos ir a visitar el lago vecino al Lake Louise llamado Lake Moraine. El acceso se hace por la misma carretera pero, a los pocos minutos de comenzar la subida, nos tendremos que desviar a la izquierda para continuar por un puerto de 11km. El lago Moraine es bastante más pequeño que su hermano mayor pero, la ventaja, es que está mucho menos concurrido y explotado. Cuenta con un parking bastante pequeño en el que cabrán alrededor de 100 coches. Si queremos llegar allí de esta manera tendremos que madrugar mucho ya que la gente se suele acercar hasta allí para ver el amanecer. Si nos encontramos con que el parking está lleno, la entrada al puerto estará cerrada y nos obligarán a volver abajo.
¿Cómo acceder al Lake Moraine?
La solución es sencilla. Tendremos que volver hasta el comienzo de la carretera de entrada y dirigirnos en dirección contraria a los lagos siguiendo las señales que marcan: PARK AND RIDE, SHUTTLE BUS. Allí encontremos un enorme parking que cuenta con autobuses lanzadera que nos llevarán hasta cualquiera de lo 2 lagos. Una vez aparcados deberemos comprar el ticket (8$ por adulto ida y vuelta) y esperar a que llegue nuestro bus. Una vez hallamos terminado nuestra visita cogeremos de nuevo el bus que nos devolverá a nuestro coche.
Damos por finalizada nuestra ruta por el parque nacional de Banff y nos dirigimos, en dirección oeste, hacia el parque nacional de Jasper. De camino hacemos una parada para finalizar este cuarto día a las puertas del parque de Yoho en el Emerald Lake. Este lago recibe su nombre por el color de su agua.
Nuestro alojamiento se encuentra en la orilla del lago, un sitio idílico y difícil de olvidar. Sus cabañas de madera se encuentran enclavadas en el bosque que rodea el lago y lo hace un sitio muy recomendable para pasar la noche.
Lake Emerald Lodge.

Este alojamiento es uno de los caprichos del viaje. Se encuentra en un lugar privilegiado y da a sus habitaciones la posibilidad de contemplar el lago desde la terraza. Es un verdadero lujo sentarse tranquilamente y disfrutar de las vistas. Además, las habitaciones cuentan con una chimenea de leña que podrás encender y dejar pasar el tiempo sentado en uno de los sofás viendo las llamas.
Dicho lago cuenta, al igual que el Lake Louise, con varios treckings que encontrareis debidamente señalizados. El más famoso en el que da la vuelta al lago por su orilla con una longitud de 5,1km.
A nuestra llegada, decidimos dejar todo en la habitación y salir directamente a hacer esta ruta pero, a los pocos metros de empezar, encontramos a un grupo de gente y a un guarda forestal armado con una escopeta de paintball, mirando hacia la ladera del monte (lo de la escopeta de paintball nos llamó mucho la atención hasta que ocurrió lo siguiente.) Se encontraban allí porque habían visto un oso que se estaba acercando al lago. Pocos minutos más tarde, guiados por el guarda forestal, encontramos un enorme oso negro dándose un chapuzón en el lago y, después, regresando al monte por donde había venido. El guarda nos explicó en todo momento lo que debíamos hacer si queríamos ver al oso con seguridad, fue una experiencia increíble. El guarda corrió tras el oso y, más tarde, disparó con la escopeta de paintball al aire. Nos explicó que lo hacía para ahuyentarlo y que aprendiese que no debía bajar al lago ya que esto podía ser peligroso para los senderistas. Os dejamos el documento gráfico que corrobora la historia.
PARQUE NACIONAL JASPER (MIETTE MOUNTAINS)
Aprovechamos la maravillosa ubicación de nuestro alojamiento para madrugar y ver el amanecer. Es un espectáculo precioso lleno de calma y paz. Cuando vayáis de viaje a cualquier lugar en el que os encontréis rodeados de naturaleza, no dudéis en madrugar un día (o más) para ver el amanecer. Es un acontecimiento espectacular que está muy infravalorado por muchos.
Continuamos, ahora sí, hasta el parque nacional de Jasper. Nuestro alojamiento no se encuentra en ningún pueblo o ciudad. Se trata de unas cabañas situadas en un valle entre montañas. Desde aquí podemos realizar treckings, salidas en bici, refrescarnos en su piscina o disfrutar de un rato agradable en su jacuzzi.
Miette Mountain Cabins
Antes de llegar al alojamiento, hacemos una parada para visitar unas famosas cascadas de este parque nacional. Se trata de las Athabasca Falls. Es una gran cascada creada por el antiguo glaciar que allí existía que, gracias a su fuerza, forma un cañón a su paso muy impactante.

Tras la visita, llegamos a la ciudad de Jasper para comer. Nos dirigimos a un restaurante que nos han recomendado unos lugareños (esta es otra de las cosas que recomendamos encarecidamente a todo aquel que se aventure a viajar por el mundo, escuchar a la gente autóctona y dejarse recomendar. No todo está en las guías y, muchas veces, lo mejor no es lo más turístico.) Este restaurante es un pequeño negocio familiar escondido y perdido entre tiendas de ropa. Aquí preparan bocadillos y wraps al gusto del cliente. Lo mejor de este lugar, aparte de lo increíblemente buena que está su comida, es el trato de sus trabajadores. Mientras te preparan tu pedido, están hablando contigo y preocupándose por ti. Dan un trato muy personalizado a cada cliente tratando de entablar conversación, preguntarte sobre tu viaje, sobre lo que más te ha gustado y dándote más de una buena recomendación. La verdad que merece la pena muchísimo.
RESTAURANTE PATRICIA — DELI


PARQUE NACIONAL DE JASPER (DÍA 2)
Amanecemos temprano en el parque nacional de Jasper para dirigirnos a la ciudad ya que a las 9:30h tenemos reservado una ruta guiada de 5.5h, tanto en bus como andando, para observar el parque y su vida salvaje. Los parques nacional tienen una extensión tan enorme que necesitaríamos muchos días en cada uno de ellos para poder explorarlos bien, por lo que decidimos contratar uno de estos tours con la idea de conocer lugares únicos y aprender más cosas sobre el lugar. Con mucha pena, no fue así…
Comenzamos la aventura con muchas ganas de conocer más sobre el entorno y poder ver animales en su hábitat natural. El tour lo hemos reservado con antelación y nos ha costado 80$ a cada uno y, para ser sinceros, os diremos que NO merece la pena. Más allá de tener suerte al ver animales, el tour consiste en llevarte en autobús por carreteras comunes a lugares de acceso gratuito, es decir, lo podríamos haber hecho por nuestra cuenta sin ningún problema. En nuestro caso vimos un pequeño ciervo y un alce. Nos quedamos sin ver osos, cosa que era nuestra mayor ilusión.
Una vez terminado el tour, aprovechamos para comer algo en Jasper antes de coger el coche para dirigirnos, de nuevo, a la zona que nos había llevado el bus unas horas antes. Habíamos leído que la mejor hora para encontrar animales era al amanecer o al atardecer. Poco rato después de llegar a la carretera por la que habíamos ido anteriormente, nos encontramos con una cierva bastante grande y, a continuación, con un enorme ciervo canadiense. Es impresionante ver estos enormes animales en su hábitat natural y poder estar tan cerca de ellos (siempre respetando su espacio).

SUN PEAKS
Hoy nos toca despedirnos del parque nacional de Jasper y afrontar la ruta más larga en coche en esta aventura. Nos vamos en dirección a Sun Peaks, una zona cercana a la ciudad Kamloops.

Sun Peaks es una urbanización enorme creada gracias a las pistas de esquí que allí se encuentran. En el verano tiene mucha vida ya que aprovechan las pistas y los telesillas para realizar ciclismo de enduro, es decir, descenso. Tienen decenas de pistas de descenso preparadas y múltiples maneras de alquilar material y bicicletas. Es el mismo sistema que cualquier estación de esquí pero en versión ciclismo enduro.
El trayecto hasta aquí nos supone unas 5h 30’ de coche. Por el camino decidimos hacer dos paradas para ver algunas cosas. La primera de ellas es para visitar la Spahats Falls. Se trata de la caída de un río a través de un impresionante acantilado. Nos damos un pequeño paseo por la zona que es muy recomendable y nos quedamos maravillados con el imponente acantilado y la cascada que cae desde lo alto.

Tras la visita continuamos nuestro viaje y, cada cierto tiempo, encontramos publicidad de un lugar que oferta tours en lancha por el río para ver animales (River Safari). No sabemos si es por el efecto de la repetida publicidad o por nuestras ganas de volver a ver osos, pero lo cierto es que paramos a preguntar a ver si tiene disponibilidad para esa misma mañana. Nos confirman que podemos hacer el recorrido y pagamos 100$ (unos 70€) cada uno por una hora en lancha por el río. (Como podéis ver, los precios de las actividades no son precisamente baratos, pero así es Canadá y nosotros decidimos exprimirlo al máximo). Poco después, mientras esperamos para comenzar, comienza a diluviar. Los responsables nos dan todo tipo de ropa impermeable para que nuestra visita sea lo más agradable posible y, la verdad, es que lo consiguieron. Respecto al recorrido hemos de decir que ya solo la oportunidad de ir en lancha por un río canadiense con las vistas y la experiencia que eso supone merece la pena. Sobre la vista de animales nos volvimos a quedar con las ganas. (No hemos tenido suerte con los animales, pero esa es la magia de la fauna salvaje y de visitar su hábitat natural.) No sabemos si la lluvia influyó en algo o no, pero es cierto que no vimos nada. La ruta incluye una parada en una gran cascada que llega hasta el río y es muy bonita de ver. El lugar es mágico ya que se encuentra en medio del bosque, rodeado de árboles y crea un entorno natural precioso.

Después de todo, por fin, llegamos a nuestro destino en Sun Peaks donde disfrutamos del final de la tarde tomando una cerveza y viendo a los ciclistas descender de la montaña.
VERNON
Al día siguiente seguimos con nuestro camino hacia el destino final en la ciudad de Vancouver. Hoy hacemos parada en Vernon. Para llegar hasta aquí tenemos 2h y 20’ en las que podemos apreciar que, claramente, el paisaje ha ido cambiado. Las grandes montañas han quedado atrás y las eternas llanuras empiezan a aparecer. Antes de llegar a nuestro destino de hoy decidimos hacer una parada en Davidson Orchards country village. Este lugar ha mantenido la autenticidad de una granja canadiense y se encuentra abierta al público para explicar cómo funcionaba y cómo se vivía en ella desde que se construyó. Cuentan con una tienda de productos locales, una panadería y un restaurante donde poder tomar algo. La granja está totalmente preparada para poder disfrutar, sobre todo, con los más pequeños. Cuentan con un tren tirado por un tractor que realiza un recorrido por sus campos de manzanos y por el resto de a granja. Según un cartel que leímos, de miércoles a domingo, preparan una recogida de manzanas en la que se puede participar y aprender muchas cosas sobre la recogida y el tratamiento de las manzanas. Allí podrás disfrutar también de los animales ya que tienen un caballo, varias cabras, gallinas, cerdos y dos pavos. Tienen expendedores de comida para que puedas alimentarlos si te apetece.

Por la tare, llegamos a Vernon. En esta ciudad se encuentra uno de los mayores campos de golf del país unido a una gran urbanización con servicios de todo tipo. Este lugar se encuentra en la cima de una pequeña montaña que brinda a la zona de unas increíbles vistas del lago MacKay y del valle que lo rodea. Hoy vamos a pasar la noche en uno de los hoteles con unas preciosas vistas a dicho valle.
SPARKLING HILL RESORT Y SPA

Este hotel es uno de los caprichos de este viaje ya que cuenta con piscina, spa, gimnasio, restaurante…por lo que decidimos dedicarnos la tarde a nosotros mismos disfrutando de los servicios del hotel y de sus maravillosas vistas. Si sois amantes o aficionados al golf, no dudéis en alquilar material y aprovechar el club ya que, visto desde fuera, es impresionante. Nosotros preferimos pasar la tarde en la piscina y en el spa relajándonos desde de varios intensos días de actividades y coche.
VANCOUVER
Con las pilas muy bien cargadas nos dirigimos ya, por último, hasta la ciudad de Vancouver. Para llegar hasta allí nos esperan 5h de viaje. Poco a poco nos vamos acercando hacia la gran ciudad y va apareciendo el tráfico, las carreteras con 4 o 5 carriles y los grandes edificios. Cuando viajas por la naturaleza durante varios días y regresas a la ciudad, te das cuenta del entorno en el vivimos diariamente rodeados de ruido, bocinas de coche, atascos y bullicio por las calles. Por todo esto hay que darle más valor si cabe a todos y cada uno de los momentos que podamos disfrutar de estar rodeados de naturaleza, con la paz que eso transmite.
Pasamos aquí nuestros 2 últimos días de la ruta por Canadá antes de embarcar en el avión rumbo a Hawaii para seguir con nuestra aventura.
CENTURY PLAZA HOTEL
Esa misma tarde, una vez instalados en la planta 26 de nuestro hotel, decidimos salir a conocer alguna parte de esta gran ciudad. No sabemos si empujados por el cambio de entorno tan brutal que supone entrar a una ciudad grande, o por nuestro amor por la naturaleza, nos dirigimos rumbo a Stanley Park, el pulmón de la ciudad de Vancouver. Esta enorme masa forestal cuenta con 2 grandes lagos y decenas de recorridos que lo atraviesan para poder pasear, andar en bici, patinar… Uno de esos lagos, el más grande, se llama Lost Lagoon. Cuando nosotros llegamos allí justo estaba atardeciendo y nos encontramos con una de las mejores imágenes y recuerdos que nos llevamos de esta ciudad. Desde aquí se pueden ver todos los grandes edificios de la ciudad y, al estar el lago en calma, se crea un reflejo en él del skyline de la ciudad dejando una estampa preciosa.

El recorrido que rodea el parque cuenta con 3 playas que podremos encontrar bien señaladas. Como curiosidad, en la tercera playa, esperando al atardecer encontramos un grupo enorme de personas tocando todo tipo de tambores. No sabemos si esto se realiza todos los días de la semana pero, si os encontráis por allí, es muy recomendable pasarse para verlo y disfrutarlo. Este parque se encuentra abierto todos lo días desde las 7am hasta las 10pm. Un plan muy recomendable para realizar en esta ciudad, y que hace muchísima gente de allí, es ir a pasar la tarde por esta zona haciendo un picnic. Si os animáis a hacerlo, es importante que sepáis que en Vancouver NO está permitido beber alcohol en la calle. En cambio, la venta y consumo de marihuana está legalizada por lo que encontrareis a mucha gente fumando, pero no bebiendo alcohol.
Otra de las cosas que debéis saber es que, si decidís comprar algo de alcohol, no lo encontrareis en los supermecados habituales. En todo el país no está permitida la venta de albohol en estos lugares ya que existen tiendas específicas para esto. Estas tiendas se llaman Liquor Stores y allí podrás encontrar todo tipo de bebidas alcohólicas.
A la vuelta hacia nuestro hotel decidimos parar a cenar en uno de los múltiples restaurantes asiáticos que hay en esta ciudad. El restaurante se llamada Jingle Bao. La verdad que fue un verdadero acierto ya que cenamos estupendamente y el trato fue inmejorable.
VANCOUVER (DÍA 2)
Amanecemos en esta enorme ciudad y nos ponemos en marcha ya que, para este segundo día, hemos contratado un tour para intentar avistar ballenas, delfines, orcas etc. Por la costa de Vancouver pasan durante todo el año este tipo de animales buscando alimento guiados por las temperaturas de cada estación. Después de comparar las opiniones entre varias empresas, nos decantamos por la famosa Prince of Whales ya que era la que mejor reseñas tenía y la más recomendada por la gente que había viajado a esta ciudad.

Esta empresa cuenta con barco de dos pisos con capacidad para 95 personas. El tour dura entre 3 y 5h dependiendo de lo que se tarde en avistar animales y de las condiciones climatológicas. Durante el tour se está acompañado por 3 tripulantes expertos en la flora y fauna de la zona que van explicando y dando recomendaciones muy útiles para tratar de ver a los animales. El viaje tiene un coste de 130$ por persona. Al contratar el servicio te dicen que, en el caso de no ver nada, puedes repetir el tour cuando quieras pagando 16$ de tasas por persona. Por supuesto, el objetivo principal de nuestro viaje es ver animales en su hábitat natural, por lo que la suerte es un factor muy importante para que esto se pueda llevar a cabo. En nuestro caso la suerte decidió, de nuevo, NO estar de nuestro lado. Aunque sí que pudimos observar unas cuantas focas, leones marinos y un par de águilas, así como un paisaje espectacular por las costas del océano pacífico, nos quedamos sin poder ver ningún delfín, ballena u orca.
Entendemos perfectamente lo que conlleva la naturaleza salvaje y que, en ocasiones, la suerte puede estar de nuestro lado y puedes volver a casa sin haber visto todo lo que nos hubiera gustado ver.
Para llegar hasta el punto de recogida desde nuestro hotel, debíamos atravesar uno de los grandes entrantes del mar que atraviesan la ciudad. Para esto existe un servicio de pequeñas barcas a motor que, a modo de autobús de línea, cruzan a las personas de una orilla a la otra. El coste de este servicio es de 3.5$ por viaje (según hasta que punto quieras ir) y pasa cada 5 minutos desde las 7am hasta las 9pm. Estos pequeños férries se llaman False Creek Ferries y son muy utilizados por la gente de allí para cruzar este «río» diariamente.

Una vez terminado el tour de avistamiento, y ya en tierra, nos dirigimos al Grandville Public Market. No teníamos idea de dónde podríamos comer y, al ver este enorme mercado, no dudamos en entrar y perdernos entre sus múltiples puestos de comida para probar diferentes platos. Como hemos hecho en alguna otra ocasión durante este y otro viajes, este es uno de esos mercados que a nosotros nos encantan y nos atrapan ya que te permiten salirte del guion establecido en tu viaje y te permiten abrir mucho la mente y dejarte llevar. No hace falta decir que la comida que fuimos comprando nos la fuimos comiendo allí mismo y que todo estaba muy bueno.
Para terminar la tarde volvemos en dirección hacia Stanley Park por el otro lado ya que, el día anterior, no pudimos rodearlo entero. Atravesamos una de las principales calles de la zona centro de la ciudad maravillados por los enormes edificios construidos con cristal y llegamos hasta el parque olímpico donde se encuentra la antorcha olímpica de los juegos de invierno de Vancouver en 2010. Desde aquí continuamos paseando en dirección al parque. Por el camino encontramos un embarcadero e hidroaviones y tenemos la oportunidad de ver a uno aterrizar.
VANCOUVER — HAWAII
Parece mentira pero ya llevamos 10 días por Canadá y toca poner fin a esta primera parte de la aventura. Nos llevamos una sensación maravillosa de esta zona del país. Podemos decir, sin lugar a dudas, que la costa oeste de Canadá no ha impactado y nos ha enamorado con su eterna naturaleza y sus preciosos paisajes. Por poner una pega a estos días, nos vamos con un ligera sensación de frustración.
Podemos fin a esta primera parte de nuestro viaje en la que hemos pasado 10 días en la costa oeste de Canadá y nos dirigimos al aeropuerto para continuar con nuestra aventura. Seguimos en dirección oeste, hacia el océano pacífico, rumbo a una de los archipiélagos más famosos del mundo. Nuestro destino es el aeropuerto de Lihue, en la pequeña isla de Kauai, en Hawaii.
Esperamos que os haya gustado nuestro viaje y que os pueda servir de ayuda. Os dejamos por aquí el enlace que os llevará a continuar con nosotros el viaje por la maravillosa isla de Kauai.
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